El pan rallado es un ingrediente que se usa mucho en la cocina. Sirve tanto para hacer rebozados crujientes como para aglutinar la masa de hamburguesas y croquetas.
El pan rallado es una buena forma de introducir el gluten a los bebés a partir de los 6 meses formando parte de otras preparaciones. Para esta edad recordad que es importante que sea sin sal, tal como recomienda la OMS. Os dejo por aquí las nuevas recomendaciones de la OMS sobre el consumo de sal para que le echéis un vistazo.
Lo utilicemos mucho o esporádicamente, es importante disponer de un pan rallado de calidad para evitar aditivos innecesarios.
En casa solemos comprar pan integral sin sal en nuestra panadería de confianza, cuando nos sobra algo lo dejamos secar para rallarlo más tarde y así tener nuestro pan rallado «casero» si además os atrevéis a amasar vuestro propio pan, todavía mejor.
Para darle sabor, ya que sin sal puede resultar un poco insípido, yo le añado ajo en polvo y perejil seco y machacado. ¡Probadlo! queda riquísimo.
Os dejo por aquí mis recetas BLW con pan rallado.