Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en casa cuando salíamos a comer fuera era el transporte de la comida del bebé.
Es verdad que haciendo BLW los niños, siendo aun muy pequeños, pueden comer casi lo mismo que los mayores, pero también es verdad que, recién estrenados en la alimentación complementaria, debemos atender tanto a la presentación de los alimentos, así como a los condimentos que dichos alimentos lleven (o que no lleven).
Cuando salíamos con la niña antes de que cumpliera el año siempre llevábamos algo de comida para ella que completábamos con una ensalada o cualquier cosa que pidiéramos que supiéramos a ciencia cierta que cruda la podría comer sin problema. Tampoco soy muy amiga de los aceites que usan para cocinar en los bares, así que le evito eso a mi hija tanto como puedo, y de bebé chiquitina, más.
Para transportar la comida que llevaba para ella tuve la suerte de dar con estos termos. Aunque pone que son «termos para papillas» lo cierto es que al tener la boca ancha son comodísimos para llevar cualquier tipo de alimento. Estos accesorios tienen la ventaja de que al ser termos aguantan bastante bien la temperatura tanto fría como caliente, además de que al estar pensados para transportar papillas y purés son herméticos y, personalmente, en casa jamás hemos tenido un accidente. (Son herméticos en su mayoría, pero no dejéis de leer bien las especificaciones no vayáis a llevaros un chasco)
Después de mucho pensar nos decidimos a comprar este pack de dos termos:
Aunque no son los más baratos nos decidimos por ellos porque son herméticos, de acero inoxidable, al ser dos termos podíamos llevar diferentes alimentos para ofrecer al bebé, aguantan bien el calor y el frío por lo que llevar fruta también era posible. Tienen un buen tamaño, medio litro cada termo y cuentan con una bolsa térmica para su transporte muy cómoda y que ayuda a mantener mejor aun el calor y el frío. Y, para terminar pero no menos importante, son aptos para lavar en el lavavajillas. Este último requisito es fundamental para mí, en casa no entra nada para el bebé que no pueda lavar en el lavavajillas o en la lavadora. No es que yo sea una loca de la higiene, es que me niego a lavar a mano.
A día de hoy, nuestra hija tiene casi dos años y somos mucho menos restrictivos en las cosas que come fuera de casa. Después de descartar prácticamente todas las alergias ya no nos preocupamos por la contaminación cruzada y como come de todo siempre suele haber comidas saludables que ella pueda comer. Podría parecer que con esta circunstancia los termos se han quedado olvidados en un armario, pues nada más lejos de la realidad. Son ideales para llevar la fruta partida al parque e, incluso, para llevar agua fresquita en estos días de tanto calor y que los niños beban directamente del termo como si fuera un vaso.
No dejéis de echarle un ojo a la web www.parareciennacidos.com. Además de los termos que nosotros compramos tienen muchas cositas cuquis y útiles para nuestros retoños y para facilitar nuestra vida.