Una de las dudas que nos asaltan con frecuencia a las familias que practicamos BLW con los peques es si podemos considerar introducido un alimento o no.
Os pongo en situación, preparamos con muchísimo amor un guiso de verduras, cortadas en bastones. Lleva, por ejemplo, patatas, zanahorias, pollo y como alimento nuevo judías verdes. Ofrecemos un poco de cada a nuestro bebé.
Y comienza la odisea. El bebé espachurra la comida, la restriega por la mesa o trona, la restriega por todo su cuerpo (cara y pelo incluidos) y tira la mayor parte al suelo. Un éxito de guiso, vamos.
Entonces, ¿cómo sabemos si el nuevo alimento ha sido introducido?
Porque es bastante con que lo coja y se lo meta en la boca. Si el niño fuera alérgico a las judías verdes, en el caso que os estoy planteando, se le pondría roja la cara y podrían salirle granitos pie poco que comiera. Atentos a las señales de alergia alimentaria. En la entrada Alimentación complementaria y alergias os cuento más sobre el tema.
Nosotros por precaución, y como padres primerizos, preferimos ofrecer 3 días un alimento antes de pasar al siguiente, aunque las últimas recomendaciones dicen que no hace falta esperar tanto con los alimentos que no son potencialmente alergénicos.