El queso, como cualquier otro lácteo, debe ofrecerse al bebé a partir del año. Algunos pediatras recomiendan la introducción de pequeñas cantidades de queso o yogurt a partir de los 9 meses, pero como eso de «pequeñas cantidades» me parecía un poco difícil de cuantificar, en casa decidimos alargar el momento de ofrecerle lácteos hasta que tuvo el año bien cumplido.
Con el queso, además, está el problema de la sal y de los aditivos, lo ideal es encontrar un queso cuyos únicos ingredientes sean leche y cuajo aunque esto no siempre es sencillo. Por eso mismo no suelo preparar muchas recetas que lleven queso y, si lo llevan, le pongo muy poco queso al plato del bebé y mucho a los platos de los adultos.
En cualquier caso, aquí os dejo las recetas BLW con queso que comemos en casa.