Los garbanzos, como cualquier legumbre, son una fuente de proteína y hierro vegetal que deberían formar parte de nuestro menú de 2 a 4 veces por semana como mínimo.
Tradicionalmente los garbanzos se han comido en forma de platos de cuchara en el invierno, quedando recluidas al menú de mediodía. Sin embargo, con un poco de imaginación podemos transformar esas comidas en platos más originales y divertidos e incluirlas en menús veraniegos y a la hora de la cena.
Si necesitáis ayuda con los garbanzos echad un ojo a las recetas que usamos en casa para disfrutar de esta legumbre.