El cuscús es un alimento básico en la zona del norte de África. Es sémola de trigo duro y sus granos alcanzan el tamaño de un milímetro aproximadamente una vez cocinado.
Aunque tradicionalmente el cuscús se come formando parte de un guiso con verduras, carne (roja o de pollo) y especias, lo cierto es que, al ser pasta, combina a la perfección con prácticamente cualquier ingrediente.
Al ser simplemente sémola de trigo, el cuscús es apto desde el inicio de la alimentación complementaria, atendiendo a las habilidades motoras de nuestro bebé para adecuar la presentación. Cuando el bebé hace la pinza le encantará jugar a pillar las bolitas, hasta que no la haga lo ideal es presentárselo apelmazado en bolas que se le desharán cuando las muerda con sus encías.
El cuscús, como cualquier otro cereal, es mejor comerlo en su estado integral, para evitar el consumo de harinas refinadas. Y tiene la ventaja de que se cocina muy rápidamente.
Con esta cuscusera además se pueden hacer verduras al vapor mientras se cocina el cuscús, para acompañar este último o para la comida del día siguiente, aprovechando el calor de cocer la sémola.
En casa comemos bastante cuscús, preparado de las más diversas formas, para añadir variedad al consumo de cereales. Aquí os dejo las recetas BLW con cuscús de las que disfrutamos.
Os aviso que los niños tienen que ir directos a la bañera después de esta comida y que encontraréis granos de cuscús en los rincones más insospechados de la anatomía del bebé… ¡y de la cocina!